Dos capítulos para acabar, y Nora no podía estarse quieta.
Este ha sido un bonito capítulo en el que hemos recuperado el estilo más divertido y gamberro del principio de la serie y que además nos ha dado un poco de paz. Por fin nuestros tres protagonistas son felices. Eso sí, la sombra de que la única manera de devolver a la normalidad a Hiyori era separarla de Yato estaba ahí.
Y finalmente ha ocurrido.
Me ha gustado el capítulo y creo que me va a gustar el final de esta serie, aunque sin duda se me ha hecho cortísima. Creo que daba para mucho más. Habrá que pasarse al manga…
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